
Fanáticos de la pelota, conozcan a su nuevo héroe. Un hombre con las prioridades bien claras… y unos pectorales de acero.
Un fanático de los Nacionales sentado en las gradas entre el central y el izquierdo en el Juego 5 de la Serie Mundial el domingo 27-O se encontró ante un pequeño dilema cuando Yordan Álvarez, el cañonero de los Astros, bateó su jonrón de dos carreras.
Verán, amigos, este hombre de la camisa gris lleva una botella de cerveza en cada mano. Quizás venía de comprarlas en alguna de las tiendas del estadio, y estaba cero preparado para tomar la bola que venía en su dirección.
Así que… se paró allí y la paró con el pecho.
Una secuencia así normalmente terminaría en una explosión de cerveza, con las botella rodando y un reguero en el suelo mientras el hombre trata de agarrar la pelota.
Pero gracias a la habilidad de este caballero para pensar en un micro segundo en que lo mejor que podía hacer era no hacer nada, sino pararse como todo un VALIENTE a aguantar el golpe, terminó quedándose con las cervezas y agarrando la pelota.
Gran trabajo, caballero. Es usted toda una inspiración.
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