Carlos Sánchez G.
Audrys Nin Reyes dio un zarpazo en el Polideportivo Villa El Salvador, cuyo escenario fue la sede de competencia del campeonato de salto del potro en los Juegos Panamericanos de Lima. Y allí se llevó la medalla de oro de la especialidad.
Fue la única medalla de la jornada para el país y valiosa para un atleta en el que lo más preocupante han sido las lesiones. “Es el momento más difícil porque he tenido que bajar la dificultad del salto, al estar algo lastimado me fui por la limpieza” del salto, dijo.
Nin Reyes ganó el oro con una puntuación de 14.416; por delante de Jorge Vega plata (14.383/Guatemala) a quien volvió a superar como en los Juegos de Barranquilla 2018, cuando quedó con el bronce. Alejandro de la Cruz fue bronce en Lima (14.183/Cuba).
Dedicó su medalla al país y a todo el que ha mostrado sus buenas intenciones sobre él. “En lo personal decidí que quería tener medalla panamericana. Fueron momentos de dolor y mucho entrenamiento”, dijo Nin Reyes a periodistas en Lima. “Obtener el oro con bastantes gimnastas buenos nos hace sentir feliz y orgulloso, además de que es la primera medalla de oro panamericana en gimnasia de República Dominicana”, agregó.
El héroe de Batey 8, Barahona, ganó la presea dorada que implica un doble significado: en lo personal es la primera vez que un gimnasta dominicano conquista presea de oro y en segundo lugar, con ese metal, el país iguala el mismo nivel de oro que se embolsilló en los Juegos de Toronto de 2015, cita en la que Yamilet Peña subió al podio en la misma disciplina, pero con plata.
Nin Reyes mantiene así su hegemonía tanto a nivel centrocaribeña, como en el contienente. En 2018 ganó el oro de la prueba en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, también primera vez.
Tampoco fue sencillo, claro, se trata de unos Panamericanos, pero en el caso del gimnasta llegó a Lima algo lastimado de sus tobillos, necesarios para su corrida, salto y caída en su modalidad.
Al fin y al cabo, ¿qué atleta de alto rendimiento está libre de competir con dolor? En su caso no es nuevo. En un Grand Prix, en el que ganó oro en 2017 en Grecia, ocurrió algo muy peculiar.
Sus rodillas amenazaban con sacarlo de la competencia y, ante la insistencia de seguir en la prueba, llevó al presidente de la Federación Dominicana de Gimnasia, quien lo acompañaba a decirle que si estaba seguro de seguir compitiendo y la respuesta fue contundente: “Preocúpese de conseguirme un ‘spray’ (para apaciguar el dolor) y el resto déjemelo a mí”. Lo que ocurrió a continuación fue un contundente triunfo para el gimnasta.
En Lima se vivió una película, sólo que real, similar, en un atleta que ha debido batallar con problemas de sus rodillas. “El corazón que tenemos es más grande que el de ellos”, señala Rodríguez a DL, refiriéndose a los atletas rivales. Su atleta era candidato a dos medallas, pero por alguna razón se le alejó de las manos el torneo de las barras fijas. Rodríguez premió en el podio al gimnasta.
Nin Reyes irá ahora al campeonato del mundo en Stuttgart, Alemania a buscar puesto para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Para eso, explicó Rodríguez, deberá de ganar medalla en salto para avanzar o clasificar entre los primeros 12.
Rodríguez agradeció al Ministerio de Deportes y al programa Creando Sueños Olímpicos (Creso) por el soporte a este deporte. Distinguió a Creso por el cuidado que puso en Nin Reyes cuando debió ser atendido de sus dos rodillas.
Las consiguienes felicitaciones a Nin Reyes llegaron por parte del ministro de Deportes, Danilo Díaz; el presidente del Comité Olímpico Domincano, Luisín Mejía y el presidente de Creso, Felipe Vicini.
Fue el fin de la gimnasia artística y Nin Reyes llegará hoy al aís
Fuente: www.diariolibre.com
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