DIEGO MANCERA.
El fútbol americano ha entrado en la época de Patrick Mahomes. El mariscal de campo, de 24 años, ha catapultado a los Chiefs de Kansas City a ganar la Super Bowl, su segundo título después de 50 años marginados de la gloria. El temerario Mahomes se sobrepuso a uno de sus partidos más erráticos para levantar a los suyos y lanzarlos al éxito frente a unos 49ers de San Francisco que tenían el campeonato controlado.
Patrick Mahomes, la gran promesa del presente de la NFL, y sus Chiefs iniciaron el partido con un exceso de ansiedad. En su primera serie ofensiva todo salió mal. Y le dieron la oportunidad a San Francisco para que tomara fuerza. Así lo hicieron al conseguir un gol de campo para abrir el marcador 3-0. El varapalo hizo reaccionar a los Chiefs. Mahomes tomó los mandos para acercar a los suyos a la zona de anotación y, como cualquier deportista con don, se la jugó para anotar él mismo y poner en ventaja parcial a Kansas (3-7). Un gol de campo de Harrison Butker había otorgado a los Chiefs una ventaja de siete puntos.
Jimmy Garoppolo, quarterback de los 49ers, se reanimó para intentar demostrar que este era su momento, para demostrar que dejó muy atrás el ser el suplente de Tom Brady. Así logró quebrar la defensa de los Chiefs para conseguir un estupendo pase para Kyle Juszcyzk y lograr el empate 10-10. Esa fue la cruzada de Jimmy G que tenía el mando del juego, mientras Mahomes, con las manos sujetadas en su equipo de protección, no paraba de morderse los labios.
El espectáculo medio tiempo más latino de todos los tiempos paró en seco el trepidante partido. Las actuaciones estelares de Shakira y Jennifer López enloquecieron a Miami. Los ritmos de Hips don't lie y On the floor fueron endulzados por el dúo del reguetón: Bad Bunny y J Balvin. Con el ovoide de nuevo en el césped de Miami, los de San Francisco avanzaron poco a poco al superar la barricada defensiva de los Chiefs y, en el tercer cuarto, lograron otro gol de campo para tenerlo 13-10. Era el momento para lanzar una estocada y a través de la ferocidad de Raheem Mostert pusieron el marcador 20-10.
En todo el partido, Mahomes, el líder moral de los Chiefs, se precipitaba al intentar lanzar. Pecaba de arriesgado y perdía balones cruciales. E incluso le interceptaron dos pases, uno de los grandes terrores para los quarterback. Eso caló hondo en el orgullo del joven que sorprendió a todos el año pasado y se quedó a dos pasos de la gloria. Así que, en tan solo el último cuarto, logró que la ofensiva anotara 21 puntos para poner el juego 20-31. Las grandes atrapadas de Travis Kelce y, sobre todo, de Damien Williams destrozaron el juego defensivo de los 49ers que, en su intento por responder, fueron interceptados.
Los Chiefs fueron el primer equipo en perder una Super Bowl, en 1967 cuando fueron derrotados por Green Bay. La última vez que alzaron el gran trofeo de la NFL fue en 1970 frente a Minnesota. Medio siglo después encontraron en Mahomes a su gran estrella con apenas dos temporadas como titular. Este año, tras superar una lesión en la rodilla y en la mano, consagró a una franquicia que ya había olvidado cómo celebrar un campeonato
Fuente: elpais.com
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